El yacimiento arqueológico de Gebel Barkal está situado a unos 400 Km al norte de Khartum, bajo la montaña de Barkal. El nombre, de origen árabe, significa montaña (gebel) pura. Esta formación geológica de 98 m de altura fue considerada como un lugar sagrado tanto por los egipcios como por los nubios. Por esta razón, se construyeron templos varios templos a los pies de montaña, así como pirámides. En 2003, el sitio arquelógico de Gebel Barkal fue reconocido como patrimonio mundial de la humanidad por la UNESCO.


Gebel Barkal, la montaña sagrada.
La primera referencia que se ha encontrado a la montaña de Gebel Barkal aparece en la estela de Tutmosis III (c. 1479 a 1425 a. C.), en la cual, se utiliza el nombre de «Montaña Pura». Más adelante, se encontrarían nuevas fuentes en las que se hace referencia a la montaña como «el Trono de las dos tierras». Según los egipcios, la montaña de Gebel Barkal fue el lugar donde nació el dios Amón, el Señor de las dos tierras. Razón por la cual, la montaña es considerada como un lugar sagrado.
El origen de esta creencia se debe a la forma geométrica de la montaña. Esta elevación de 98 m de altura tiene en uno de sus lados un pináculo que recuerda al ureo egipcio, la famosa cobra erguida que protege a los faraones. La cobra representa a la diosa Uadyet, la diosa serpiente, que simbolizaba el calor ardiente del Sol. A raíz de esta creencia se erigieron varios templos a los pies de la montaña sagrada, así como pirámides meroíticas.
Templo de Amón
El faraón Tutmosis III construyó el primer templo a los pies de Gebel Barkal, un santuario dedicado al dios Amón. Más adelante, para evitar revueltas en el territorio nubio, Tutankhamon y Horemheb lo reconstruyeron. Años más tarde, Ramsés II amplió el templo construyendo una sala hipóstila, y el templo se consagró entonces al dios Amón Ra. Por último, el faraón Piankhi, fundador de la dinastía XXV, amplió una vez más el santuario. Convirtiéndose así, en el templo egipcio más grande de Sudán.
Durante el periodo napatiense del reino de kush, el templo se convirtió en un lugar de culto muy importante para los faraones negros. Por esta razón, los reyes Taharqa y Tanutamani se encargaron de decorar el templo de Amón. No obstante, durante el saqueo de Napata, el templo sufrió graves daños. Siglos después, durante la etapa meroítica del reino de Kush, el templo sería restaurado por el rey Natakamani y su sucesora la reina Amanitore.




Templo de Mut
Además de restaurar el templo de Amón, el rey Taharqa se hizo construir un templo dedicado a la mujer de este, Mut la diosa madre del antiguo Egipto. Alrededor del año 680 a.C., el rey Taharqo reutilizó los bloques de una construcción anterior para erigir el nuevo templo. Se construyeron cinco cámaras debajo de la montaña de Gebel Barkal para honrar a la diosa Mut, que según los egipcios vivía allí con su esposo el dios Amón.
En estas cámaras se encontraron pinturas con diferentes representaciones del faraón Taharqa junto a Amón y Mut, de la parte exterior del templo solo resistieron dos capiteles dedicados a la diosa Hathor.


La necrópolis de Gebel Barkal
A los pies de la montaña sagrada no solo se construyeron templos y palacios, sino que también se erigieron varios grupos de pirámides meroíticas. Se encontraron un total de 25 pirámides, 8 pertenecientes al grupo norte y 17 al grupo sur. Más adelante, el Museu Egipci de Barcelona encontró dos nuevas pirámides situadas al oeste.
Las pirámides del grupo norte datan aproximadamente de los siglos III a.C. a I a.C., mientras que en el grupo sur se han encontrado pirámides de diferentes épocas. Concretamente, se han encontrado pirámides construidas entre los siglos IV-III a.C. y los siglos I y II d.C.. Estas últimas fueron construidas en un estilo diferente, razón por la cual su estado de conservación es mucho peor que el del grupo norte.




